Translate

viernes, 12 de junio de 2015

Sábado de emociones

Hace a penas el sábado pasado empecé clases con un nuevo idioma, estaba por demás emocionada ese día, ya que se me hizo bastante ilusión desde hace buen tiempo estudiarlo, por como es la fonética, pronunciación y escribirlo, pero enfin, no todo fue color rosa y alegrías, aunque parecía pintar así hasta cerca del medio día, cuando la directora del centro de idiomas me llamó para informarme que ya se encontraba el libro y podía adquirirlo. 
La cuestión, es que fui un poco antes de la clase y considerando que es Sábado (las cajas cierran más temprano) fui a comprar el libro a tiempo, en lo que esperaba caminé un poco e hice tiempo. Pero la hora corría y ni un zombie llegaba, estaba más desértico que el Sahara y mi buen humor fue cambiando luego de los 15 minutos de tolerancia de inicio de clase.

Quizás sea muy anticuada, o muy pegada a las reglas, ñoña, etc; pero DETESTO enormente que un docente llegue tardísimo el primer día de clases, en especial, las demás veces también lo puedo detestar pero creo que con un par de puntos por debajo. Digo se puede entender a alguien que llegue tarde, pero si tiene una muy buena justificación o es una persona tan mayor que arrastre las patas. Y es que ya de por sí, del alumnado me molesta un poco los tardones, pero del docente me es imperdonable, reprochable en todo sentido.

Luego de hora y media y un poco más de espera, ya tenía el diablo adentro y necesitaba una explicación, así que en lo que iba para secretaría, me topo con la amable secretaria que me dice que ya llegó el profesor, contrariada y fastidiada observo ver venir a un señor no tan viejo como para justificar su mega retraso, ni con discapacidad alguna que le impidiese movilizarse, por lo que no podía evitar dejar mi expresión de evidente disgusto y desaprovación. El estaba más fresco que una lechuga. Y es que a pesar de que intenté no amargarme demás, en lo que entramos al salón y apuntaba sus datos, me comenta que vivía a espaldas del centro.

Y es que son estas cosas las que me indignan a niveles estratosféricos, persona de cincuenta y tantos años, que llegue tarde, tenga la frescura de una lechuga y se haga el idiota sin dar una disculpa por la tardanza. Digo, para eso existen las mentiras piadosas, para hacer quedar ante las personas mejor parado. Pero bueno, dejando la ira de lado, logré calmarme un poco, ya que al menos decidió iniciar conmigo la clase, a pesar de ser la única estudiante que había asistido hasta ese momento.

No pasó más de una hora, en lo que llegó otro alumno, tal vez no lo detestaría tanto, si no se hubiese sumado a su conchuda manera de llegar tarde el hecho que al compartirle mi libro, este no hiciese nada de las actividades si no se lo sacaba a cucharadas. Y es que no me molesta hacer las cosas, tareas, actividades o deberes, es mi libro por último y si quiero lo relleno sola, pero sí me mega emputa el hecho de que la gente se de por servida en bandeja de plata, es decir, no haga nada, se la pase metiendo plática con el profesor, este se haga el pelotudo y cuando pregunta para que demos las respuestas, el idiota de turno a mi lado sólo lea. Prefiero tener a mi lado una cacatúa o un papagayo y no me molestaría que leyese, pero si que gente con materia gris, por poca que tenga, no haga absolutamente nada, se la lleve gratis, y para colmo trate de ser amigable hasta conmigo para caer en gracia y siga dándole todo así de fácil.

Y es que de por sí, no soy una persona bastante sociable, pero aún así traté de no ser tolerante, buena persona, y hasta un poco sociable, pero no me agrada el abuso de confianza, ni la pateria en ese sentido. Me agrada la gente con la que pueda discutir, compartir. Si no entienden, explicar y si no entiendo, también que intenten explicarme, porque lo de a gratis por amistad o compañerismo, la verdad no se me hace nada agradable. Peor aún viniendo de un extraño.

Si puedo destacar algo notable, es que el profesor se toma en serio el avanzar toda la unidad por clase, considerando que tenemos un mes para acabar con el primer nivel del básico, ya que al ser un tiempo corto debemos de avnzar duro y parejo para terminar con el objetivo. También con el hecho que sea nativo, la pronunciación es prolija, lo cual ayuda muchísimo y es de gran provecho.

En fin, si obvio todo ese desastre, el Italiano es un idioma precioso, por lo que espero que sean las 2pm de mañana, poder continuar con las clases y rogando al cielo, esperando que así sea, tener un mejor sábado que el pasado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario